La Bañeza.net

Entrevistamos a Pablo González, con 23 años de experiencia en la Brif de Tabuyo, sobre el verano más duro de su carrera, la impotencia ante las decisiones políticas y la carga emocional de defender su tierra del fuego.
¿Cómo se vive la situación cuando el fuego está tan cerca de tu propia tierra?
"Es muy complicado, más aún que cualquier otro tipo de incendio," admite Pablo González. El contenido emocional de combatir un fuego en "tu casa" afecta infinitamente más a la cabeza, pues se conoce todo lo que se está quemando. Para los brigadistas, es "un plus de desgracia" que hace la lucha aún más difícil. La carga emocional es especialmente pesada cuando se ve a compañeros de la brigada perder sus naves, tractores, coches y colmenas en las llamas. A pesar de los años de experiencia, dominar este contenido emocional se convierte en la parte más dura de su trabajo, incluso más allá de la extinción.
¿Crees que estas decisiones burocráticas afectan directamente la lucha contra el fuego?
Para Pablo, las decisiones burocráticas y políticas "por supuesto que afectan al fuego, y más de lo que nos pensamos". En muchas ocasiones, se toman decisiones basándose solo en criterios políticos, "desatendiendo cualquier criterio técnico que al final es lo que hay que tener en cuenta en un incendio".
¿Habéis tenido una experiencia en la que os han desactivado sin haber completado el turno, qué se siente en un momento así?
"Es una impotencia absoluta. Una mierda," responde con frustración. Pablo explica que por desgracia les ha pasado varias veces en esta oleada de incendios. Una instrucción reciente dictamina que el sexto y último día de guardia no pueden trabajar más allá de la medianoche. En una ocasión, se les activó a las 19:15 y, al tener poca operatividad para moverse y empezar a trabajar antes de la medianoche, se decidió desactivarles a las 20:15, a pesar de que "había trabajo como había".
Con tantos años de experiencia, ¿cómo describirías este verano en comparación con otros que has vivido?
"En 23 años que llevo trabajando en esto, este es el peor año y la peor temporada," sentencia Pablo. La ola de incendios que ha asolado el noroeste de España ha sido "bestial," y el "premio gordo ha sido, por desgracia, nuestra casa en la provincia, que es donde más hectáreas se han quemado". En solo tres semanas, la provincia de León ha perdido 150.000 hectáreas, una cifra superior a la de Galicia (100.000) o Extremadura (50.000) en el mismo periodo. A pesar del desastre, Pablo recuerda que la campaña de incendios aún no ha terminado, y "quedan dos meses".
No hay comentarios:
Publicar un comentario