sábado, 20 de febrero de 2021

Emilio García Ranz publica su primer trabajo literario « Y sin embargo resisto memorias de un asperger gay

«Mi objetivo con este libro es ayudar a los demás«
Hoy entrevistamos a nuestro Jefe, Emilio García Ranz, periodista y YouTuber, que acaba de sacar a la luz su primer libro, una novela autobiográfica, titulada «Y Sin Embargo Resisto, que ya se encuentra a la venta en todas las librerías de la ciudad, kioscos e incluso estaciones de servicio P.:–¿Tu primer libro? R.:–Sí. Bueno, he publicado libros para otros, libros del periódico como el libro recopilatorio de cuentos de navidad del concurso que hicimos cinco años, u otros trabajos como el de los 50 Años de Historia del Moto Club Bañezano (que más que un libro fue una revista aunque creo que legalmente está registrado como libro), varias guías turísticas de La Bañera, e incluso las conferencias de la a.e.c.c. La Bañera que las transcribí un año todas, y se editó un librito con ellas, pero libro, libro, libro personal, una novela como esta, este es el primero. Es mi primer trabajo literario. P.:–¿Por qué das este salto a publicar un libro contando tu vida? R.:–Estaba harto de que la gente se inventase cosas sobre mí. En La Bañeza, algunas personas, que me deben tener envidia o deben tener muy poca vida personal, –ignoro el motivo porque no me relaciono con nadie y no creo que haya hecho mal a ninguna persona porque apenas trato con nadie, así que no sé por qué me querrán tan mal–, llevan ya una década metiéndose conmigo, insultándome, desprestigiándome, e inventándose calumnias (y eso que yo no me he dado a conocer, no he hecho nada para destacar, y he intentado hacer mi trabajo de forma profesional, pero desde el anonimato, sin llamar la atención ni presumir, o sea, que no creo que haya dado motivo para que nadie pueda decir que yo presumo de algo o soy un engreído). Empezaron inventándose todo tipo de calumnias que han afectado a los ingresos del periódico –que no es que me importe mucho–, pero sobre todo lo que me ha empezado a afectar es lo que la gente cree de mí. De hecho han llegado a mí publicaciones calumniosas e injuriosas que se han distribuido por grupos de wassap de La Bañeza en las que dicen que he dado una noticia falsa –que nunca ha aparecido en el periódico, pero me la atribuyen diciendo 'La Bañeza Hoy publica' , algo que nunca he publicado, pero esto ha servido para menoscabar la reputación de mi medio de comunicación haciendo creer a gente que doy noticias falsas y que no soy profesional–, hasta cosas de mi vida personal, yo creo que con la intención de hacerme daño, porque hay gente que oye y se cree lo que le cuentan sin comprobarlo. Por eso he dado el paso, en esta Pandemia, de contar yo mismo mi vida. Mi versión de la realidad, de la vida que he vivido, creo que va a ser más acertada que la que otros llevan años dando por La Bañeza, personas que no me conocen de nada y ni siquiera han mantenido nunca una conversación conmigo, pero que se han inventado de todo sobre mí. P.:–¿Has mencionado la Pandemia? R.:–Sí, durante la primera Ola, el confinamiento me dejó mucho tiempo libre, y como no podíamos salir de casa, lo aproveché para escribir. Fui escribiendo capítulos sueltos, retazos de mi vida, anécdotas tristes y divertidas que me han pasado, y las fuí juntando. Después, en la segunda Ola, las he ido ordenando y dándolas sentido, una línea narrativa temporal, y he novelado algunos capítulos para hacerlo ameno. P.:–¿Alguna inspiración? R.:–Sí, la verdad es que leo bastante, y en los últimos años leí libros de algunos youtubers, y la verdad algunos eran muy malos, y aunque ahora suene engreído pensé 'yo lo puedo hacer mejor', aunque como no tengo un millón de seguidores seguramente nadie o casi nadie me compre mi libro. El anterior verano, en 2018, mi hermano me regaló la autobiografía del presentador de Telecinco Jorge Javier Vázquez. El último año ví que Woody Allen había escrito la suya, y me animé a escribir mi vida. P.:–¿Por algún motivo? R.:–Yo creo que cuando alguien escribe un libro ha de tener un objetivo. El mío tiene uno doble: a parte de contar mi vida he visto que con mi experiencia personal podría ayudar a otras personas. Los últimos años he sufrido bullying en redes sociales y recordé mi infancia en el colegio soportando las burlas y mofas de los compañeros de clase. Nunca pensé en ser atacado en edad adulta, y menos por una chica menor que yo –yo tenía unos 42 años y ella unos veintitantos–, y publicó en su Facebook un meme que hicieron en La Bañeza para burlarse de mí porque yo ’soy maricón’. Recuerdo intentar dialogar con esa chica, de mi pueblo parece ser pero camarera en La Bañeza, y no sólo no retiró su entrada de su perfil de Facebook, sino que se ensañó conmigo públicamente ridiculizándome. Me dijo cosas como ‘no hay vida inteligente en ese cerebro’, ‘o sólo tienes una neurona que te sirve para mear’, o ‘cada vez que abres la boca sube el pan’, y que ‘estaba harta de mis públicas quejas y lamentaciones personales en ese copia y pega de otras fuentes informativas que llamo periódico’ dijo mofándose de mí, dudando de mi profesionalidad –a pesar de que soy el único periódico de papel a nivel local escrito por periodistas–, y encima me llamó maltratador, y mala persona –esto me dolió bastante–. Otro señor, un reputado abogado, me llamó ‘tonto, loco, gilipollas’ a través de redes sociales. Hay gente que no entiende mi forma de razonar y de pensar, porque los aspergers razonamos de forma diferente. Yo creo que en pleno siglo XXI meterse con alguien, ensañarse o ridiculizarle, por ser diferente, o por ser gay, no cuadra, y ya no te voy a decir de este señor mayor, pero menos entendí las burlas de una chica de veinte años –que gracias a hacer público el meme en su Facebook recuerdo que intentaron hasta prohibirme entrar a las piscinas climatizadas: hubo gente que no sé si tenía miedo que les violase o que pensaba que yo era un pervertido viendo a otros hombres cambiarse de ropa en los vestuarios, pero llegó hasta mí que hablaron con el concejal de deportes José Ignacio Salgado, para pedir que me prohibiesen entrar en las piscinas, porque no querían compartir vestuarios con un homosexual y les debió molestar hasta a algún socorrista que 'un maricón' pudiese cambiarse de ropa en el mismo vestuario que los hombres heterosexuales. Esa discriminación a la gente gay, y la del abogado a la gente que razona diferente (por ser asperger, aunque él no lo sabía), me armaron de fuerza y valor, y me dije «tengo que ayudar a otras personas contándoles lo que me ha pasado y he vivido, y normalizar un poco esto de ser gay y asperger. A parte, los dos últimos años administro dos grupos de gente asperger en Facebook (de uno soy fundador), y he visto que lo que me ha sucedido a mí le ha pasado a más personas, gente buena que intenta suicidarse porque no son comprendidos por la gente normal (o neurotípica). Y al principio les contaba lo que me había pasado a mí, para intentar consolarles y aliviarles y decirles que yo también viví y sufrí algo parecido, y que eso se supera. Pero en vez de repetir lo mismo a mucha gente me dijo «¿por qué no plasmo esto en un libro? Les cuento mi experiencia… y si esto sirve para ayudar a los demás. P.:–¿Algo que añadir para terminar? R.:–Pues que yo pensaba escribir mi autobiografía cuando con 67 años me jubilase, pero que he tenido tiempo este año y aproveché para no aburrirme. Y a parte me animó David, un amigo mío, que siempre me decía cuando le narraba qué había hecho cada día en mensajes de wasap, que tenía que escribir un libro, porque narraba bien. La verdad yo siempre me he infravalorado, porque lo único que he recibido han sido críticas de quienes me rodean. Pero David me animó y escribí esta novela autobiográfica que ya tenéis a la venta, y que espero que sirva para ayudar a todos esos niños que sufren bullying en el colegio por ser diferentes a los que las burlas de sus compañeros de clase mellan su personalidad, su autoestima, y a veces provocan que estos niños acaben suicidándose. Si logro que alguno de estos chavales no se quite la vida leyendo que a otros nos pasó algo similar, y que eso se supera, creo que habré logrado mi objetivo, -y si logro que algún acosador de esos que se burla de alguien que piensa o razona diferente, deje de hacerlo y se dé cuenta que está mal lo que hace: habré logrado mi objetivo–, porque con este libro no pretendo ganar dinero –me daría por satisfecho con recuperar lo que me ha costado–: mi único objetivo es ayudar a los demás, sobre todo a los más débiles, a los que se sienten discriminados por ser diferentes o por su condición sexual.