sábado, 10 de diciembre de 2011

PRODELECO cooperativa de productores de patatas de Riego de la Vega

La Bañeza Hoy visitó este mes, en plena campaña de recogida, la cooperativa de productores de patata PRODELECO (Productos de León Comercializados S. Coop.) para saber más a cerca del producto: la patata, y por qué se la pagan este año tan mal a los agricultores. Allí hablamos con Cesar Pablo Pan Martínez.

presidente de PRODELECO y agricultor, que nos explicó el orígen de la cooperativa, y cómo han logrado los 53 agricultores cooperativistas de PRODELECO, asociados, vender las patatas a un precio decente, por encima de los costes de producción: en León han estado otros comprando las patatas a los agricultores pagándoles entre 4 y 7 céntimos de euro por kilo, los costes de producción son 9 céntimos por kilo, en PRODELECO la patata se paga a 14,5 céntimos de euro por kilo.

TEXTO

P.:–¿Qué es PRODELECO?

R.:–PRODELECO es una cooperativa formada por 53 agricultores socios, que cultivan patata y la comercializan en conjunto.

P.:¿En un sistema de cupos, como en la Azucarera?

R.:–Bueno, más o menos, pero no es lo mismo. Cada agricultor siembra una superficie determinada en función del capital social que aporta. La patata no es un cultivo tan tosco como es la remolacha, se tiene que tratar con el máximo mimo.

P.:–Claro, la remolacha se lanza la raíz al remolque del tractor... La patata si la golpeas mucho se daña y se pudre.

R.:–Cierto. Aparte de los golpes y daños mecánicos, la patata es un producto que si tú lo manipulas mal sufre un stress, y ese stress convierte los almidones en azúcares y hace la patata inservible para el cliente.

P.:–Bueno ¿y qué hacéis en estas instalaciones?

R.:–Aquí lo que hacemos es recepcionar y seleccionar la patata por calibres y calidades; lavamos y envasamos. Tenemos un laboratorio donde tomamos muestras para contrastar la calidad y definir su destino. Principalmente lo nuestro es el almacenaje a largo plazo y su comercialización a lo largo y ancho de toda la Península.

P.:–En estos almacenes frigoríficos, que este año se han llenado, me pareció leer, porque ha habido una buena campaña.

R.:–No, no. Lo que se siembra va en relación a la venta. No es que tengamos buena campaña ni mala, lo que pasa es que este año, debido a las buenas condiciones climatológicas, se ha criado la patata pronto y tenemos una campaña de cosecha rápida. Por ello estamos trabajando a buen ritmo.

P.:–¿Cuanto dura la campaña?

R.:–La recogida se realiza entre septiembre y octubre; después conseguimos comercializar nuestra patata hasta el mes de junio. En dos meses almacenamos y luego trabajamos 8 meses en los que va saliendo el producto demandado por los clientes.

P.:–Al igual que tenéis ya unos agricultores que os venden ¿tenéis ya unas industrias fijas a las que vendéis la patata, como por ejemplo Gus, la fábrica de aquí al lado que hace patatas fritas entre otros aperitivos o snacks?

R.:–Sí. Tenemos unos acuerdos cerrados mediante contratos con distintas empresas del sector, que son las que nos demandan nuestra patata y a las que abastecemos a lo largo del año según sus necesidades, entre ellas Aperitivos Gus, que hoy por hoy es un referente dentro del sector.

P.:–Y ¿cómo hacéis en PRODELECO que la patata se le pague a vuestros agricultores a un precio razonable, por encima de los costes de producción, para que el que las siembra tenga beneficios? Porque tú y yo sabemos que en nuestra comarca muchos agricultores han dejado sus tierras de baldío, porque venderla hoy entre 4 y 7 céntimos son pérdidas de 5 a 8 céntimos, ya que el coste de producción lo estimais en 12 céntimos. De hecho hace años publicamos los periódicos cómo agricultores de nuestra comarca regalaban y tiraban la producción, porque no les rentaba.

R.:–Porque nosotros somos una cooperativa. Tenemos un mercado fiel y unos contratos de abastecimiento con estas empresas que te he dicho. El contrato de suministro de patata es a lo largo de todo el año, con lo que acordamos previamente la cantidad que necesitan y un precio en función de la fecha de entrega. Nosotros ya sembramos las patatas que vamos a vender, y el precio está previamente estipulado tanto con el empresario como con el agricultor.

P.:–¿Y cual es el precio que cobra el agricultor que está en la cooperativa de PRODELECO?

R.:–En torno a las 24 de las antiguas pesetas (14,5 céntimos de euro).

P.:–Claro, que no es lo mismo venderle las patatas a una industria de frito, que hace snacks de patatas fritas, que vender a un supermercado. Una bolsa de patatas fritas de 20 gr tiene un precio y un kilo de patatas que le vende el supermercado a mi mujer, por ejemplo, es mucho más barato.

R.:–Bueno, pero en todo esto también la crísis se nota. Yo como padre, si las cosas me van bien, puedo comprarle una bolsa de patatas fritas a mi hijo todos los dias, pero en una situación como esta, igual le compro las patatas fritas una vez a la semana. La crísis afecta a todos.

P.:–Es una pena. Yo también he sembrado patatas, así que escribo de lo que sé, y recuerdo la última vez con Germán, un agricultor de mi pueblo, ayudándole a sacar las patatas, se las pagaban a 25 pesetas kilo... y te hablo en pesetas porque aún no había euros. (25 pesetas son 15 céntimos de euro). Hoy, diez años después, las patatas no sólo no se pagan a 15 céntimos, sino que se pagan a 4, muy por debajo de lo que cuesta producirlas... Por eso en mi pueblo, Castrocalbón, y supongo que en toda la comarca de La Bañeza habrá ocurrido lo mismo, las patatas no se siembran ya para vender, las tierras se dejan sin sembrar, y lo que se siembra es muchas veces para consumo propio. Yo ayer saqué mis patatas (a parte de hacer periódicos tengo mi huerta), y sembré sólo las que voy a comer en casa en un año.

R.:–Cierto. Se ha devaluado mucho el producto. De hecho si al agricultor le cuesta producirlas 10 céntimos y se las pagan a 4, pierde... Nosotros pagamos la patata a 24 pesetas, unos 14,5 céntimos, por lo que, quitando los costes de producción, ya conseguimos una rentabilidad de unos 4 céntimos (7 pesetas/ kilo).

P.:–Bueno, pero no todo el mundo os vende patatas. Habrá unas condiciones para ser miembro de la cooperativa.

R.:–Cierto. Pero eso es como todo negocio, el cooperativista tiene que comprometerse con su cooperativa, si no unos sólo estarían 'a las maduras', y hay que estar a las duras y a las maduras. Por ello, si inviertes parte de tu dinero en una cooperativa, la cooperativa es tuya, es como tu casa o tu empresa, y respondes por ella y te preocupas. Esta cooperativa tiene unas instalaciones, unas naves, unos almacenes, unas cámaras, un personal, unos vehículos... Cuando se creó pusimos entre todos dinero, esto está hecho y esto se está pagando. Y si hay que ampliar porque aumenta la demanda, hay que ampliar. Si tú pones aquí un dinero como inversión, cuidas de ello; si tú no pones nada, no le das el valor que se merece y muchos se harían socios para expecular sin importarles el futuro de su cultivo, de su empresa y, peor aún, de sus clientes..

P.:–Y ¿Cuanto pone cada agricultor para pertenecer a esta cooperativa?

R.:–El capital social mínimo son 3.000 euros. Luego hay una participación por hectárea, y se paga en función de las hectáreas que quieras sembrar y aportar a la cooperativa.

P.:–3.000 euros, medio millón de las antiguas pesetas, puede paracerle mucho a un agricultor... Pero si ya sois 53 agricultores, será porque se recupera esa inversión y sale rentable ser cooperativista. Bueno, para empezar a las patatas que a otros les pagan a 4 - 7 céntimos, aquí se les paga 14,5 céntimos, con lo cuál ya hay una ganancia de entre 7 y 10 céntimos por kilo.

R.:–Claro. El agricultor de aquí, el agricultor socio, está ganando, y de hecho hemos aumentado hasta un 100% el cultivo de patata en nuestras explotaciones. Quien entró diciendo que íba a dedicar, por ejemplo, del total de sus parcelas de cultivo 3 hectáreas para sembrar patata, hoy está sembrando 6, y el que entró con 6 ahora siembra 12. Si han pasado los agricultores a sembrar más, a dedicar tierras que tenían de balde o que sembraban con otros productos, a sembrarlas de patatas, es porque están viendo la rentabilidad del cultivo estando dentro de la cooperativa. A mayores, la propiedad de nuestras naves, instalaciones, maquinaria y del negocio en si, es de los agricultores socios de la cooperativa, que tienen un valor de muchos millones de euros y muchas veces no lo tenemos en cuenta.

P.:–¿Qué paga cada agricultor por hectárea sembrada?

R.:–Cada agricultor socio de la cooperativa paga al ser admitido en la misma y de una sola vez, 2.400 € por hectárea de patatas que quiere aportar al negocio, todo ello formando parte igualmente de su capital social.

P.:–¿Qué variedad de patata se siembra más, baraka, red pontiac (o como dicen en mi pueblo 'repuntia')...?

P.:–Esas variedades, entre otras que hay, se comportan bien, pero son muy viejas en el mercado y van degenerando.

P.:_¿Y qué quiere decir eso de que 'son muy viejas en el mercado'?

R.:–Cualquier genética llega un momento que se agota. Hay que ir renovando. Antes sólo se cambiaban las patatas de una tierra a otra tierra o de un pueblo a otro, pero hoy controlamos más la genética. De ello, además, depende buena parte de la cosecha. De la siembra depende el resultado. Y si sembramos una buena patata vamos a recoger un buen producto con un buen calibre, un tubérculo uniforme y mayor número de tubérculos... No se puede andar jugando con la semilla. Ahí está el secreto. Antes se traían las patatas del pantano de Villameca, y ya está, ahora estudiamos para tener una buena variedad para la siembra.

P.:–Antes las patatas se sacaban y se tiraban de golpe al remolque.

R.:–No, esto ha cambiado, ahora el agricultor cuida más su producto, porque sabe que ha de llegar en perfectas condiciones, si no lo hacen así, saben que hay descuentos. Nosotros cuidamos la descarga con el máximo mimo, de hecho has presenciado cómo se descargan... no se les dá un golpe. Tolvas de descarga de goma, caidas máximas de 30 centímetros, tintas transportadoras telescópicas, cajones de madera de almacenamiento de 1.400 kg, etc, etc.

P.:–¿Las patatas vienen en tractores?

R.:–En tractores, camiones...

P.:–Y salen en camiones.

R.:–Sí. En invierno con temperaturas por debajo de 9 ºC siempre realizamos los transportes en camiones frigoríficos para que al cliente le llegue la patata en las condiciones idóneas para su manipulación.

P.:–Veo muchos camiones («La Bañeza Hoy» visitó las instalaciones hace diez dias en plena campaña de recogida) ¿Quién pone los camiones, toda esa logística para transportar las patatas a quien las quiere comprar?

R.:–Eso es un mundo. La logística es gestionada y controlada desde la dirección comercial. Nosotros tenemos clientes que disponen de tranporte privado; te pasan un plan de cargas, preparamos nuestro producto y los esperamos en la fecha pactada para cargarlos. Y luego hay empresas a las que les tienes que enviar los camiones contratados por nosotros con la mercancía solicitada.

P.:–Háblame del almacenaje... Las instalaciones que estoy viendo no es la habitación de antes a oscuras donde se echaba a las patatas, unos polvos para que no les saliese el guío y listo.

R.:–Cierto. Esto ha evolucionado mucho. En estos almacenes la patata se conserva siempre fresca, a una temperatura y humedad constantes, preservándola de la luz e intentando conseguir que permanezca en el tiempo como el dia que se cosecharon. Se aporta humedad, se cuida el entorno, la atmósfera. ¿Has visto las luces del almacen?

P.:–Sí, son verdes.

R.:–Sí, verdes,... de cualquier color menos blanca, porque a la patata no le debe dar la luz natural o la blanca de las bombillas convencionales, porque verdea, y eso es cancerígeno, con lo cual prohibido por sanidad.

P.:–Algo me habían dicho en casa.

R.:–A parte de las condiciones de luz, la patata se conserva en unas condiciones de temperatura y humedad idóneas. Esos tubos oxigenan la nave. La patata es un ser vivo y hay que mantenerla en el tiempo con cuidados especiales, nada que ver a lo que estamos acostumbrados hasta ahora. Esos tubos se abren a la mañana y a la noche, renovándose el aire e introduciendo oxígeno nuevo para la respiración de la patata y no envejezca. Aparte, al almacén luego se le aporta una humedad constante, humedad que se pierde al airear pero ¿ves esos tubos con esos cables ahí?

P.:–Sí.

R.:–Pues esos cables inyectan agua a 17 kilos al conducto de ventilación para tener la humedad relativa constante al 90%.

P.:–Se habla mucho de 'Tierra de sabor' de la Junta de Castilla y León, que promociona los productos de la huerta de aquí. ¿Tenéis algún acuerdo con ellos, con 'Tierra de sabor' o con la Junta?

R.:–Estamos trabajando para hacer cosas en ese camino.

P.:–¿Recibís o recibistéis ayuda de las instituciones... Junta de Castilla y León, Diputación, etcétera...(otros organismos oficiales)?

R.:–Las ayudas que recibimos en su día fueron para la materialización de las instalaciones: las naves y su equipamiento. No ha habido más ayudas. Aquí y ahora, o el cultivo es rentable o hay que cerrar. Tenemos el cultivo y encima es rentable, porque hemos hecho todo esto y estamos aquí. Esto es un logro de la gente que estamos aquí, un logro del agricultor cooperativista y de todos los que gestionamos todo esto dia a dia. Si que he de destacar que la Diputación de León está ayudándonos (igual que a otras muchas cooperativas y asociaciones de León) con 6.000 € para sufragar parte del coste de tener un Ingeniero Agrónomo a nuestra disposicíón para atender las necesidades y asesoramiento de nuestros agricultores

P.:–¿Cuando nace PRODELECO?

R.:–En mayo de 2003.

P.:Y ¿cómo se os ocurrió? ¿Cómo os juntáis un grupo de agricultores y decidís fundar una cooperativa?

R.:–La necesidad surgió debido a que en 2001 y 2002 nos enfrentamos los agricultores de patatas a tirar casi toda nuestra cosecha o regalarla, porque no nos las pagaban.

P.:–Recuerdo. Publiqué yo en la prensa fotos de agricultores que las regalaban o las tiraban... uno de Villanueva... pero hubo muchos agricultores tirando la cosecha porque salía más rentable no cosecharla (costes de gasoil) que venderlas.

R.:–Pues a partir de ahí tuvimos varias reuniones de agricultores, nos juntamos, hablamos de ello. Vimos la posibilidad que había de hacer esto, hablamos con la Administración, lo vieron viable, y empezamos PRODELECO S. COOP.

P.:–¿Y quiénes eran aquellos agricultores? ¿Eran de Riego? ¿Eran todos amigos tuyos?

R.:– No, no, no. No eran todos de aquí, de hecho se fue corriendo la voz por la provincia como la pólvora.

P.:–Tú formabas parte del grupo inicial.

R.:–Sí.

P.:–¿De qué pueblo eres?

R:–De Santibañez de la Isla.

P.:–¿y de donde era el resto de agricultores?

R.:–Pues había gente de toda la Vega del Tuerto, del Duerna, del Órbigo, de la zona de Chozas, de la Cepeda, del Jamuz...

P::– ¿Hubo agricultores que fueron a las reuniones pero luego no les pareció interesante poner dinero?

R.:–Hubo de todo. Hubo quien no supo entender este negocio, y quien creyó en él. Como en cualquier sociedad o proyecto.

P.:–A parte de los agricultores, la cooperativa genera unos empleos, porque yo veo a personal moviéndose por ahí. ¿Cuanta gente trabaja en la cooperativa?

R.:–Nueve operarios en los almacenes. Un gerente, una contable y dos Ingenieros Agrónomos.

P.:–¿fijos?

R.:–Sí, sí, fijos.

P.:–Pero ¿hay trabajo todo el año o son solo los dos meses de recogida?

R.:–Trabajamos todo el año prácticamente igual. Ahora hay mucho movimiento porque en dos meses se recoge toda la cosecha y se almacena. Pero luego hay otros 8 meses en los que estamos sacando nuestro producto. La campaña es la campaña y hay que hacerla en tiempo record, pero hay un volúmen muy grande de patata almacenada y esto o se mueve con gente profesional o no se mueve. Durante los tres meses de verano que no tenemos patata nuestra, se trae de fuera, de otras regiones para mantener el volumen de negocio con nuestros clientes.

P.:–Bueno, pero estos dos meses que entra patata además de salir, habrá más trabajo.

R.:–Entra la misma patata prácticamente que la que sale, con lo cual estamos moviendo la misma cantidad de producto todo el año. Y no es sólo darla entrada y almacenaje y una posterior salida a la distribución, hay una selección de tamaño, y un control de calidad, para que todo el producto que salga, salga con calidad, porque o reúne unos requisitos minimos, o no sale.

Además, no es lo mismo descargar 25 toneladas de un camión en 20 minutos (que has visto el proceso rápido –ver fotos–) que ir metiendo esas 25 toneladas en sacos e ir cargando los sacos al camión para su expedición. La entrada son dos meses, la salida de patata es más lenta y continuada (8 meses).

PAC

P.:–Pregunta obligada: la nueva PAC (Política Agraria Común de la UE), que ha dado mucho que hablar estos últimos dias.

R.:–La nueva PAC viene enfocada a agrupar producciones y a asociarse.

P.:–Ese es el problema de la agricultura leonesa (te lo digo yo como periodista, pero también lo sabrás tú como agricultor y cooperativista): somos muchos pequeños agricultores, y el agricultor leonés es muy individualista. Yo siempre he defendido en mi periódico las cooperativas: la unión hace la fuerza, y no es lo mismo comprar un saco de abono que comprar un ciento.... ni es lo mismo vender un remolque de patatas que vender a una cadena de hipermercados de alimentación o industrias como Gus. La unión hace la fuerza, y unidos, y comprando y vendiendo en más cantidad, es como se logran mejores precios. Porque ¿qué ha pasado en el campo leonés hasta ahora? Viene el del camión y le dice al agricultor: 'te compro las uvas, las patatas o lo que sea a este precio'. Y o se las vendes o te quedas sin venderlas y se te pudren. Y la patata se pudre... Una cooperativa donde están agricultores de un pueblo o de una comarca o del sur de León, unidos, y vende y exporta a toda España, puede hacer presión ¿no?

R.:–Bueno, no es hacer presión exactamente. Si yo tengo la producción controlada, con calidad y eficiencia, yo soy el que digo lo que vale la producción, y yo sé los costes, y pongo un precio de venta a nuestro producto por encima de los precios de coste. Es lo que ha pasado aquí. Hemos dicho: 'señores, nuestro precio de producción es este. Nuestro precio de conservación y manipulación es este'. Y de ahí para arriba, lo que quieran, pero no por debajo de costes.

P.:–¿Encarece mucho el almacenaje?

R.:–El almacenaje bien hecho, conlleva una coste por cada mes transcurrido de la patata dentro de la cámara de 1,5 céntimos por kilo de patata.

P.:–Porque aquí cobraréis todos ¿no?

R.:–El único que no cobra soy yo.

P.: (le miro con incredulidad y le pregunto) ¿en serio?

R.:–En serio. Yo tengo que participar en el negocio, por mi cargo, pero no cobro por ser el Presidente de PRODELECO. Yo creo que no es bueno que un presidente tenga un sueldo, eso conllevaría una crísis a largo plazo. Únicamente se me pagan las dietas por desplazamientos, con mi vehículo por supuesto.

P.:–¿Qué tiene que hacer un agricultor para pertenecer a vuestra cooperativa?

R.:–Hablar con nuestro Gerente Julio Martín, exponerle su situación y sus necesidades y nosotros le explicaremos el funcionamiento de la cooperativa. Respecto a las cuotas ya te las he dicho antes: 3.000 euros de capital social mínimo, más la cuota fija por hectárea con la que participa.

P.:–Creo que con la cooperativa estamos ganando todos: está ganando el campo, los de momento 53 agricultores (que está abierto a más), estáis creando empleo... y estais dando prestigio a la patata leonesa y creando un precedente. Al final estamos vendiendo una patata de calidad a un precio que hace rentable su siembra y evita el abandono del campo y del cultivo... Todos esos logros ¿han tenido algún reconocimiento?

R.:–Hemos recibido un reconocimiento al esfuerzo cooperativo, a la comercialización y al apoyo al sector de la patata, porque esto ha sido realmente un esfuerzo por un camino muy pedregoso. Nos lo ha concedido el sindicato agrario UGAL-UPA. (nos lo enseña)

Esto ¿tú te acuerdas cuando eran las antiguas naves?

P.:–Sí.

R.:–Pues como ves hemos unido las antiguas naves, hemos hecho muchas más cámaras. Han crecido las instalaciones.

(os mostramos con el reportaje fotográfico las mismas)

Ahí conservamos la semillas. Ahí se trata la expedición.

(César nos va mostrando una a una las partes de la cooperativa: control de calidad, semilla, almacenaje... y le vamos preguntando datos a medida que pasamos por las diferentes estancias

P.:–Veo muchos cajones de madera con patatas. ¿Cuantas puede haber en esta sola habitación o almacén?

R.:–1.000 cajas de patatas en cada cámara de 400 metros cuadrados.

P.:–¿Y cada caja cuantas patatas tiene?

R.:–1.400 kilos. Además, cada caja lleva un riguroso control de trazabilidad para conocer su orígen, tratamientos, etc. Llevan un número de lote que lo identifica.

P.:–La cooperativa está en Riego de la Vega... pero imagino que no todas las patatas que están dentro de la cooperativa son de Riego de la Vega. ¿De donde vienen?

R.:–Tenemos patata de La Cepeda, La Valduerna, el Jamuz, el Órbigo, el Tuerto, la comarca de Chozas, de Zamora, .... En fin, de todas las comarcas patateras de la provincia e incluso de fuera de León, como puedes ver.

P.:–¿Y estas patatas desde aquí, hasta dónde llegan?

R.:–(nos señala en un mapa de la península) Pues llegan desde aquí enfrente, a Gus, que estamos trabajando con ellos, muy bien por cierto, de norte a sur y de este a oeste. Tenemos clientes fieles en todas las regiones de España e incluso en Portugal

P.:–Además estáis estratégicamente situados...

R.:–Sí. Pero ya te digo, nuestras patatas llegan desde aquí y hasta aquí, (nos señala en el mapa Girona, Madrid, Alicante, Sevilla...) Llegamos a muchos sitios de España.

P.:–¿Fuera, a Europa u otros países, no salís?

R.:–De momento no es viable, son paises netamente productores y producen con menores costes que nosotros.


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